En un pequeño piso con una ubicación privilegiada y vistas al Passeig del Born de Barcelona se actualizan la cocina y el baño, ya que con el paso del tiempo las dos estancias se ven caóticas, desordenadas y en muy mal estado de conservación.
Sin mover muros, conservando la distribución original he intentado redescubrir algunos elementos, como las vigas de los techos y reemplazar los suelos típicos de la época por cerámicos con dibujos similares. Solo se rescataron las vigas de la cocina y se diseñó una garganta perimetral de iluminación indirecta, ya que la iluminación artificial era deficiente.
Para lograr mas iluminación y sensación de amplitud se trabajó con muebles de color blanco y encimaras de cuarzo color blanco y se reordenó la distribución de los electrodomésticos. Con el consentimiento del cliente y debido a la falta de espacio se trabajó con los fuegos de la cocina en línea, lo que permitió reducir la profundidad del mueble.
El baño se renovó totalmente, a pedido de la propiedad se conservó la bañera, algo incoherente debido al tamaño del baño, además de poco ecológico.
El resultado, un piso que ganó en armonía, almacenamiento, funcionalidad y luminosidad.